miércoles, 21 de febrero de 2018

Salma Hayek en los BAFTA 2018


INCREÍBLE es la palabra que mejor define los 51 años de la actriz Salma Hayek. 

Como ejemplos de bellezones del "quien tuvo retuvo" y que como el buen vino mejoran con los años siempre se nombra a Mónica Bellucci, Sofía Vergara, Halle Berry, Charlize Theron (y Jordi Hurtado jejeje), y no olvidar a gente como Thandie Newton, Ming-Na Wen, Gong-Li, Kelly Hu, etc etc -ya se sabe que a las orientales y negras les ha tocado la lotería en materia de envejecimiento, o más bien, no envejecimiento-. Y la mexicano-libanesa Salma Hayek debería copar uno de esos primeros puestos, porque tela marinera. Madre mía, si está mil veces mejor que muchísimas de 30 (y de 20).

En los recientes BAFTA estuvo espectacular y para mi gusto eclipsó a todas las demás asistentes, incluyendo actrices 10, 20 e incluso 30 años menores que ella. Jennifer Lawrence (más sosa que una escoba), Gemma Arterton, Emma Roberts, Kate Mara... ninguna le hizo sombra. O mi ex-diosa Angelina Jolie -10 años menor que Salma-, que sigue pidiendo a gritos que le metan kilos de comida por la boca. De las que he visto, la única que me gustó después de Salma fue Margot Robbie.


Me gusta mucho el vestido, y me sorprendió, siendo ella. Las cosas como son: muy guapa, pero Salma nunca se ha caracterizado por su elegancia y suele vestir bastante ordinaria (yo también soy tetona y me pongo mis escotes pero lo de ella ya es exagerado, al igual que esa manía a lo Kardashian de vestir siempre embutidísimas y que no es por nada, pero a mujeres tan bajitas eso las empequeñece todavía más). Sin embargo, en esta ocasión Salma era la clase y el estilo personificados. El conjunto es muy elegante, muy bonitos los apliques florales, y el look en global la estiliza mucho.

De rostro estaba preciosísima, radiante. Genial el maquillaje tan suave como sensual: un 10 para el maquillador. 

Genética y vida sana aparte, seguramente se habrá hecho sus cosillas en el rostro. Aunque a lo mejor lo niega, como cuando hace años le preguntaron por sus comienzos cuando apenas tenía pecho y aseguró que le crecieron tanto "por rezarle a la Virgen". Salma: para decir eso, mejor admite que estás operada o cállate, y quedas mejor. Además, deberías estar orgullosa de ser junto a Bellucci una de las pocas a las que le han dejado el pecho precioso y con apariencia casi casi natural -según la ropa a veces se le nota la forma de "pelotas" al comienzo de los senos, cuando el pecho grande natural lo que hace es que va "ascendiendo" manteniendo esa forma lisa en el escote-. El caso es que si también se ha tocado la cara, sucede lo mismo que con los senos: aplausos a su cirujano. Me encanta que no tiene la típica cara de madurita de Hollywood estirada y artificial: su rostro luce infinitamente fresco y natural.

Lo dicho: peregrino a otra galaxia a cambio de llegar así a los 51 (o a los 54 de Ming-Na Wen).