jueves, 19 de enero de 2017

Desodorante Dream vainilla y macadamia - Tulipán Negro


Ya comenté el gel de ducha y la crema corporal de la colección vainilla y macadamia Gourmand Intensity, de Tulipán Negro. Ambos me vuelven loca (desde que descubrí el gel he repetido y repetido, y con la crema haré lo mismo). 

Desgraciadamente, el desodorante no me ha entusiasmado nada. 

Es en spray, y no contiene parabenos ni sales de aluminio. También especifica que NO es antitranspirante. Muy sanito y tal... lástima que como producto sea una chufa.

A mí sinceramente; todos esos bulos de hinterné con 0 certeza científica sobre que los desodorantes antitranspirantes, las siliconas capilares, las barras de labios, la leche, la carne, despertar por las mañanas, bailar la sardana, el sexo oral (ésta no es broma) y que toooooodo es mortalmente peligroso para nuestra salud, me importan un atún mientras dichas "informaciones" no provengan de fuentes serias y Sanidad no tome cartas en el asunto. Hasta entonces yo quiero desodorantes con eficacia máxima, y eso me lo consiguen los antitranspirantes. 

Éste de Tulipán Negro no lo es, y lo noto. Protege (durante el poco tiempo que dura), pero no tiene nada que ver con un Rexona, por ejemplo.


Y a diferencia del gel de ducha y la crema corporal de la misma gama, que los hueles y es para desmayarse de amor... el desodorante no me huele nada o casi nada a vainilla. Tiene un aroma muy muy intenso y cálido pero no es ni de lejos el mismo que el del gel y la crema. De hecho, no solo NO me huele a vainilla sino que me parece que tiene un olor FORTÍSIMO y cargante. No es que sea desagradable, pero tampoco me gusta. Me huele a perfume fuerte y rancio de esos conocidos como "de vieja". 

Por suerte, una vez aplicado, el olor que deja en la piel es mucho más sutil. Y obviamente esto de los olores es muy personal y seguramente a otras personas el producto les huela de maravilla. Pero para mí no tiene nada que ver con, por ejemplo, un desodorante que comenté de coco y vainilla de LIDL, que ese sí que olía que te mueres.

A su nula fragancia a vainilla y su eficacia normalita como desodorante, hay que sumar lo incómodo de su enorme tamaño si por ejemplo queremos llevarlo en un bolso o de viaje: es tan largo que ocupa medio bolso / mochila. Por eso siempre he preferido los desodorantes en roll-on: su pequeño formato es super práctico para ese menester.

Menuda diferencia con mi anterior desodorante roll-on de Rexona. El de Tulipán Negro lo seguiré usando hasta terminarlo, a ver si lo gasto pronto. O compraré uno nuevo, ya veré.

Contiene 200 ml y rondó los 2 euros de precio. Muy barato y mucha cantidad, pero para lo que hace...

Tengo claro que de esta colección seguiré repitiendo con el gel de ducha y la crema corporal, pero el desodorante no quiero verlo ni en pintura. 

NOTA: 0 / 10